Esta sensacional novela, narra la vida de su protagonista en una carta dirigida por ella misma a un ser muy querido, dando lujo de detalles desde su nacimiento durante la pandemia de 1920 (la gripe española), hasta la tristemente célebre pandemia de nuestros días. 

Así es, cien años de una existencia cuyo origen tiene lugar en un país de Sudamérica, a la sazón de varios amoríos que habrían de moldear el carácter férreo y emotivo de Violeta. 

El cruce constante de su vida y la de sus seres queridos (y de los no tan queridos) con los sucesos que marcaron el curso de la historia, da cuenta de varios episodios intensos que animan a pasar rápido las páginas. Acontecimientos funestos tales como la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, las dictaduras militares –las cuales desgarraron varias naciones sudamericanas–, habrían de forjar el temple de una mujer con un grado encomiable de autodeterminación.

De hecho, se advierte un tono feminista en esta novela, en aras de defender los derechos de aquellas mujeres víctimas del maltrato familiar, la opresión de clases, la explotación sexual, y especialmente el de las afligidas madres cuyos hijos e hijas fueron acusados injustamente de subversivos y por tal motivo jamás regresaron a casa. 

La narración es muy singular, el lector puede jugar a fingir ser el receptor de la carta motivo del contenido de esta gran obra. Esto sin duda, dará una intensidad mucho mayor a la lectura. ¡Sin recelo afirmo que este es uno de los mejores libros de Isabel Allende! ¡Léanlo y disfrútenlo!